Tuvimos el placer de entablar una conversación con el talentoso dúo peruano, Mitad del Viaje. Durante nuestra charla, nos compartieron valiosos detalles sobre el proceso creativo que experimentaron en la creación de la nueva versión acústica de su último sencillo, ‘Peregrinaciones’. Una de las decisiones más destacadas que tomaron en esta nueva producción fue la incorporación de una voz femenina, un elemento que aportó una dimensión única a la canción.
¿Cómo surgió la idea de crear una versión acústica de ‘Peregrinaciones’ y qué los motivó a adaptar estos conmovedores poemas de Sebastián Salazar Bondy en su música?
En la época de la primera banda que formaron Javier y Frank, “Cántaro”, allá por los 80s, Peregrinaciones era parte del set acústico de los conciertos. Solía ser tocada solamente con guitarra acústica, cajón y voz. En los 90s, y después de haber estudiado música, Javier compuso los arreglos a tres guitarras que mantuvo y mejoró en esta versión grabada en 2022. En sus inicios como letrista, Javier tomaba prestadas muchas ideas de poetas peruanos. No sólo Salazar Bondy, sino Luis Hernández, César Calvo, Gonzalo Rose, entre otros. Siendo estudiante de Literatura, este trabajo de adaptación fue formando el oficio de cantautor que ahora plasma en sus propias letras, uno de los fuertes del dúo.
¿Pueden hablarnos más sobre la colaboración con la destacada cantante Daniela Prado y cómo influyó en la fusión de sonidos costeños y andinos en esta versión especial?
Daniela dijo que sí inmediatamente al escuchar la canción. Fue después de tener las pistas de guitarra y de voces completas cuando se pensó que la colaboración con Daniela Prado podía convertirse en una fusión: ella es folklorista, género que no le es ajeno a Javier, ya que a eso se dedicaba en sus años de músico de calle en los 90s. La canción tiene un ritmo muy costeño en ¾, y es un guiño a la marinera peruana. Entonces surgió la idea de añadir vientos andinos para acercar más la versión al trabajo por el que Daniela es reconocida: la música pop andina.
¿Cómo fue la experiencia de trabajar con el reconocido folklorista Chano Díaz Límaco y cómo contribuyó a enriquecer la canción con su experiencia en la sección de vientos andinos?
Chano es un viejo amigo del dúo desde hace décadas. Fue la primera opción cuando Javier decidió usar el sonido andino en la canción. Lamentablemente no pudieron reunirse en persona, pero la pandemia ya había acostumbrado a los músicos de todas partes a colaborar por separado. Chano escuchó el tema, envió la pista de vientos, y esta fue complementada en post-producción con zampoñas sampleadas, lo cual le da un giro más moderno a la canción.
Javier menciona que siempre tuvo la idea de grabar esta canción con una voz líder femenina. ¿Qué hizo que Daniela Prado fuera la elección perfecta para este proyecto?
Antes de la grabación, Javier empezó a escuchar mucha música con voces femeninas de la escena peruana. Se enviaron muchos emails, mensajes y DMs, y fue justo Daniela, una de las voces que más lo habían cautivado, quien respondió. Trabajar con ella fue una gran experiencia, no sólo por su obvia calidad interpretativa, sino por su buena disposición y su encanto como persona.
La colaboración musical de Mitad del Viaje destaca la capacidad de unir músicos de diferentes corrientes y generaciones. ¿Cómo describen su enfoque cultural y no comercial en este proyecto y su impacto en la música nacional?
La idea de colaborar con otros músicos viene de la percepción que tuvo Javier de la escena al volver a hacer música luego de muchos años. Creemos que juntar esfuerzos y crear colectivamente es algo que puede transformar el resultado de los excelentes músicos peruanos que existen en la actualidad. Creemos que la música es un producto artístico y cultural antes de ser un producto comercial, como dice Frank, una especie de búsqueda de la belleza. Hay tantos buenos letristas en las generaciones actuales. ¿Por qué no colaborar en sacar adelante un proyecto? Como un pequeño adelanto de lo que el dúo trama para 2024, podemos decir que nuestro siguiente proyecto apunta a eso: lograr que músicos de diferentes generaciones colaboren en musicalización de poesía peruana. Se generaliza la idea de esta como una generación que lee poco, tal vez podamos poner un grano de arena y lograr que la buena poesía peruana sea escuchada.
